Durante años, observé un patrón frustrante: empresas que invertían tiempo y dinero en software mal construido, con errores, difícil de escalar, y que terminaba siendo un obstáculo en vez de una solución. Muchas startups con potencial increíble quedaban estancadas o fracasaban por confiar en tecnologías mal diseñadas. Y lo más difícil: yo también pasé por eso. 😓
Ahí entendí una verdad clave: construir software no es solo escribir código, sino tomar decisiones estratégicas que pueden definir el éxito o el fracaso de un negocio. Esta lección cambió mi camino y me dio un propósito claro. Así nació Eurekant.
Capítulo 1: El origen de la pasión 💻
Desde los 13 años, la programación se convirtió en mi universo. Mientras otros pasaban horas jugando, yo prefería descubrir qué había detrás de esos juegos. Me fascinaba desentrañar líneas de código, entender cómo funcionaban las cosas y experimentar por mi cuenta. Cada variable era como una pieza de un rompecabezas infinito. 🧩
La sensación de poder crear algo desde cero y que impactara a cientos o miles de personas me hacía sentir invencible. Bastaban unas pocas líneas de código para darle vida a una idea, y eso me parecía mágico. ✨
🎮 Mis primeros pasos
Logré crear algunos juegos simples. Nada revolucionario, pero suficientes para saciar mi curiosidad y sentir el logro de construir algo que funcionaba.
Uno de mis primeros grandes recuerdos fue cuando participé del Desafío Dale Aceptar 2012. No gané, pero esa experiencia fue el primer hito que marcó mi entrada oficial al mundo de la informática. El solo hecho de animarme, competir y compartir con otros apasionados fue suficiente para encender una chispa que nunca más se apagaría.
🎓 La universidad y una sensación incómoda
Al terminar la secundaria, la ruta parecía clara:
Ingeniería en Informática.
Pero algo no encajaba. Rápidamente empecé a sentir que la universidad me ponía límites. 🚧
El ritmo era demasiado lento para mi hambre de aprender. Aunque disfrutaba materias como Análisis Matématico (soy fan de las matemáticas) y Teoría de la Computación, gran parte de lo que estudiaba no se aplicaba al día a día del desarrollo real.
Mientras aprendía teoremas formales, yo quería construir.
Quería equivocarme, probar, romper cosas y arreglarlas.
Y esa brecha entre teoría y práctica comenzó a pesarme más y más. ⚖️
💭 Presión, frustración y una decisión valiente
Sumado a esa frustración, cargaba con una mochila silenciosa:
La presión social por obtener un título universitario.
Y la sombra de mi papá, que había hecho la misma carrera en tiempo récord.
Me sentía atrapado entre lo que “debía hacer” y lo que “quería ser”.
Hasta que un día, tomé una decisión difícil pero liberadora:
Dejé la universidad.
No fue por rebeldía. Fue por coherencia.
Quería formarme a mi manera, con proyectos reales, a mi ritmo.
Decidí que el conocimiento no debía venir solo de libros, sino de la experiencia directa, de probar, construir y volver a intentar. 🔄
Y, sobre todo, de tener libertad. Libertad para aprender sin estar atado a lo que dictaba la universidad, ni a un plan de estudio que —desde mi perspectiva— tiene mucho que mejorar.
🧪 El verdadero aprendizaje
Ese fue un punto de quiebre. Empecé a aprender más en seis meses por mi cuenta que en años de estudio formal. Me sumergí en tutoriales, cursos online, documentaciones, foros, comunidades.
Pero sobre todo, empecé a crear.
Porque entendí algo esencial:
💡 "Nada enseña más que animarte a crear, equivocarte y volver a intentar."
🎮 Dato curioso: Un juego en una semana
En 2023, después de semanas intensas de trabajo, sentí la necesidad de desconectar un poco. Pero en lugar de descansar viendo series, decidí volver a mis raíces: crear un juego.
En una semana desarrollé un prototipo de juego online en tiempo real. La premisa era simple pero adictiva:
Pelotas estáticas representaban países y enviaban tropas para conquistar otros territorios. Todo sucedía en tiempo real, con lógica de estrategia, recursos y dominio territorial. 🌍⚔️
Fue una mezcla entre terapia, hobby y recordatorio de por qué amo tanto esto.
Programar no era solo mi carrera. Era —y es— mi forma de expresarme.
Capítulo 2: Trading, entrevistas y una decisión que lo cambió todo ❗
Mi curiosidad me llevó más allá del código.
Mientras perfeccionaba mis habilidades como programador, comencé a interesarme por la economía y las inversiones. Me preguntaba: ¿y si mis scripts pudieran operar en Wall Street? 💹
La idea me obsesionaba. Así nacieron mis primeros bots de trading: pequeñas criaturas digitales que analizaban datos, detectaban patrones y compraban o vendían acciones y criptomonedas automáticamente, usando estadística, modelos de predicción y lógica matemática.
Era fascinante ver cómo mis líneas de código ejecutaban operaciones reales, en tiempo real, como si tuviera pequeños traders trabajando para mí mientras dormía. 😴🤖
✉️ Un anuncio que cambiaría mi vida
Una tarde, mientras navegaba por redes sociales, vi un anuncio que me detuvo en seco:
"Bootcamp intensivo para programadores. Trabajo remoto con empresas de EE. UU."
Me llamó la atención de inmediato. Pero al leer los requisitos, sentí que el cartel decía: "No apliques."
- ✅ Mínimo 1 año de experiencia laboral en desarrollo
- ✅ Inglés avanzado (B2/C1)
- ✅ Título universitario en Ingeniería en Informática
No cumplía con ninguno de esos requisitos.
Pero algo dentro mío me dijo: "No importa. Vos podés." 💪
🎯 Contra todo pronóstico, lo logré
Decidí postular igual. Envié mi portfolio, mis proyectos, mis bots. Preparé mi inglés técnico con charlas, lecturas y práctica intensiva. Y así comenzó un proceso de selección con seis entrevistas.
Sin título universitario, sin experiencia previa, y con un inglés B2 autodidacta... fui aceptado. 🙌
La empresa trabajaba haciendo outsourcing para una gigante tecnológica de Estados Unidos con más de 1.500 empleados. Nos acoplábamos directamente a sus equipos y nos alineábamos con sus objetivos, como si fuéramos uno más del staff.
💼 El mundo corporativo... y la revelación
Por primera vez, experimenté lo que era trabajar con:
- Procesos profesionales de QA
- Pipelines automatizados
- Buenas prácticas de testing
- Scrum y metodologías ágiles reales
- Y un sueldo en dólares 💵 que, siendo tan joven, me cambió la vida
Además, hice amigos internacionales con los que todavía hoy me escribo de vez en cuando 🌍.
Fue una etapa de mucho crecimiento técnico y personal.
Pero, a pesar de todo eso, no era feliz.
Uno de los grandes problemas fue que me tocó un Tech Lead muy poco humano, con el que era difícil aprender y crecer.
Y sumado al hecho de que trabajaba para otro, todo se volvía más pesado.
Estaba lejos de mis proyectos personales, atado a un horario fijo, cumpliendo objetivos que no nacían de mí.
Cada día me sentía más como un engranaje en una máquina que no me pertenecía ⚙️.
Y aunque tenía estabilidad económica, había perdido lo que más valoraba:
mi libertad, mi pasión, y esa felicidad genuina que solo sentía cuando creaba algo propio.
Sentía que estaba viviendo el sueño de otro.
El mío seguía esperando. 🚀
⚡ El punto de inflexión
Fue ahí cuando lo entendí:
No quería ejecutar ideas ajenas. Quería construir los míos.
Esa revelación lo cambió todo. Decidí salir de mi zona de confort. Cerré ese capítulo, agradecido por lo aprendido, pero convencido de que quería crear productos propios, marcar una diferencia real.
Y así, sin certezas pero con convicción, di el siguiente paso en mi camino emprendedor. 🛤️
Capítulo 3: Schoolfy 365, el primer intento (y gran aprendizaje) 📚❌
Tenía 22 años y un fuego interno que me empujaba a crear.
No tenía experiencia dirigiendo una empresa, pero sí una idea, energía y ese deseo visceral de comerme el mundo. 🌍🔥
Era mi primer acercamiento real al mundo empresarial.
Estaba lleno de ilusión, con la cabeza llena de ideas y la confianza de que, con suficiente esfuerzo, todo era posible.
Y en cierto punto, tenía razón.
Pero también aprendí, de la forma más cruda posible, que la pasión sin estructura no alcanza.
💡 La idea era buena… pero no era suficiente
La visión era clara:
Crear una plataforma educativa que centralizara las operaciones escolares y ayudara a digitalizar las escuelas.
Una solución integral para un sector que necesitaba modernización urgente.
Tenía entusiasmo. Tenía convicción.
Pero no tenía experiencia liderando una startup.
🤦♂️ Error #1: No formé el equipo adecuado
Contraté a personas junior, trainees sin experiencia, pensando que iban a tener la misma motivación, compromiso y conocimiento autodidacta que yo.
Gran error. 🚫
Yo vivía, respiraba y soñaba con el proyecto.
Pero no todos estaban en ese canal.
La falta de experiencia del equipo, sumada a mi propia inexperiencia dirigiendo una startup, amplificó los errores. No había un liderazgo claro, ni criterios firmes para tomar decisiones clave. Éramos un grupo con buenas intenciones pero sin dirección sólida.
Y en el mundo de las startups, cuando falta liderazgo y experiencia, la pasión por sí sola no alcanza. El motor puede estar encendido, pero si nadie sabe hacia dónde ir, es cuestión de tiempo hasta que todo se quede sin rumbo.
📉 Error #2: Subestimé la planificación inicial
La planificación fue un caos.
- Plazos mal definidos
- Reuniones innecesarias
- Cambios constantes en los objetivos
- Priorización sin estrategia
- Tareas abiertas sin seguimiento
Todo era reactivo, nada tenía estructura.
Cada semana el enfoque cambiaba y eso nos desgastaba como equipo.
🧱 Error #3: Un código que no pensaba en el mañana
Si bien desde el inicio tenía la idea de que debía escalar, la ejecución fue otra historia.
Creamos funcionalidades a medias, sin cerrar ciclos.
Las validaciones eran frágiles.
El código crecía sin coherencia.
Cada nueva función rompía otra parte del sistema.
Era como construir un rascacielos sobre cimientos de cartón.
💥 El colapso
Schoolfy 365 terminó desmoronándose.
- Falta de foco técnico
- Competencia fuerte
- Falta de experiencia en gestión
- Errores estructurales en el desarrollo
Fue un fracaso en toda regla.
Pero, paradójicamente, fue una de las experiencias más valiosas de mi vida. 🎓
🎓 La lección que ningún trabajo te enseña
Fracasar con Schoolfy 365 me enseñó algo que ningún bootcamp, facultad o empleo me hubiera podido enseñar:
Cómo NO construir una startup.
Cómo identificar señales de alerta, qué tipo de personas tener cerca, qué errores evitar, y por sobre todo:
Que una visión sin ejecución sólida es solo una ilusión.
Ese fracaso fue mi mejor mentor.
Y me preparó para lo que vendría después...
Capítulo 4: Tasty Control, la revancha bien hecha 🍽️✅
Después de un fracaso tan grande como el de Schoolfy 365, muchos se habrían rendido.
Yo no.
Porque si algo tengo es una mentalidad inquebrantable.
Y cuando uno aprende de verdad de sus errores, los fracasos dejan de doler y empiezan a construir.
💡 Segunda oportunidad, visión renovada
Había aprendido en carne propia lo que no debía volver a hacer:
- Improvisar con el equipo
- Desestimar la arquitectura
- Olvidar la escalabilidad
Así nació Tasty Control, un software gastronómico pensado para ayudar a los negocios a fidelizar a sus clientes, mejorar su operación y crecer de forma sostenible.
Ya no era solo una idea.
Era una ejecución con propósito, método y visión clara.
🔧 Esta vez, lo hicimos diferente
Tomé todo lo aprendido y me enfoqué en construir sobre bases sólidas. Desde el primer día:
- Formé un equipo sólido y alineado con la misión. 🤝
- Diseñamos cada módulo pensando en la escalabilidad y el largo plazo. 📈
- La arquitectura fue pensada desde el principio: robusta, modular y preparada para crecer sin dolor. 🏗️
- Nos apoyamos en procesos, no en intuiciones.
- Validamos con el mercado, escuchamos usuarios, mejoramos en ciclos cortos. 🔄
Todo lo que Schoolfy 365 no fue… Tasty Control sí lo fue.
🏆 Los resultados no tardaron en llegar
El proyecto creció con fuerza.
La propuesta de valor era clara, el producto funcionaba, el equipo estaba comprometido y los clientes estaban satisfechos.
Y eso se tradujo en grandes logros:
- Semifinalistas nacionales en el programa NAVES 2024, entre más de 3.000 empresas 🚀
- Entrevistas en medios, notas de prensa y apariciones en portales especializados 📰
- Alianzas estratégicas con empresas clave del sector 🍴
- Usuarios felices recomendando el sistema y expandiendo nuestra red
📝 PD: Si querés ver una de las notas que me hicieron sobre este proyecto, podés hacerlo aquí
Tasty Control fue mi reivindicación personal y profesional.
Una startup sólida, bien ejecutada y con impacto real.
Puedes ver la página web de Tasty Control aquí.
💪 Un propósito más grande
Fue ahí cuando lo entendí.
Mi rol no era simplemente escribir código.
Mi misión era ayudar a otros a crear software que realmente funcione.
Software que no se rompa, que escale, que potencie.
Había encontrado algo más importante que un stack tecnológico o un modelo de negocio:
Había encontrado mi propósito.
Capítulo 5: El nacimiento de Eurekant 🚀✨
Eurekant no nació como una idea brillante en una servilleta de café.
Nació de cicatrices. De fracasos. De noches sin dormir.
De esas veces donde estuve tan cerca de rendirme... pero decidí seguir.
Cuando todo se rompe 💔
Después de Schoolfy 365 y de todo lo vivido con Tasty Control, algo dentro mío cambió.
Ya no se trataba solo de construir un buen producto.
La verdadera pregunta era:
¿Cómo evito que otros cometan los mismos errores que yo?
Sabía lo que era:
- Soñar en grande y ver cómo tu idea se derrumba porque el software no aguanta
- Construir algo con amor… y que una mala decisión técnica lo tire abajo
- No tener con quién consultar
- Estar solo frente al caos, sin respuestas
Y entonces entendí algo clave: No podía ser el único.
Que si yo había pasado por eso, había muchos más allá afuera con ideas increíbles, pero atrapados por malas decisiones técnicas, equipos mal armados o software que no escala.
El mundo no necesita más líneas de código.
Necesita mejores decisiones tecnológicas.
Necesita equipos que no solo ejecuten, sino que entiendan el negocio, el contexto y el propósito de lo que están construyendo.
¿Y si lo hacemos diferente? 🤔
Así, casi sin darme cuenta, la idea tomó forma:
- ¿Y si armamos un equipo que trabaje como socio tecnológico, no como proveedor?
- ¿Y si evitamos desde el inicio todo lo que yo sufrí?
- ¿Y si ayudamos a emprendedores y empresas a hacer software bien hecho desde el día uno?
Así nació Eurekant.
No como una software factory más.
Sino como la solución que yo mismo necesitaba cuando fracasé.
Por eso, en Eurekant hacemos las cosas diferente ✅
Porque venimos del barro.
Porque entendemos el dolor de emprender.
Porque no queremos más proyectos rotos por malas decisiones técnicas.
Eurekant no es una empresa más.
Es un equipo que piensa, acompaña y construye con propósito.
Cómo trabajamos en Eurekant 👩💻👨💻
En Eurekant formamos equipos multidisciplinarios desde el día uno:
- Project Manager: asegura dirección clara, tiempos y prioridades. 📅
- Diseñadora UX/UI: define la experiencia del usuario desde el prototipo. 🎨
- Frontend Developer: convierte el diseño en una experiencia visual fluida, accesible y responsive.
- Backend Developer: construye la lógica y arquitectura del sistema, asegurando robustez, escalabilidad y performance. 🖥️
- Quality Assurance: controla la calidad en cada iteración. ✔️
No improvisamos. Diseñamos arquitecturas escalables, pensamos en futuras versiones y testeamos todo rigurosamente. 🛠️
Porque sabemos que lo barato, a la larga, sale caro. 💸. Tiene un artículo de nuestro blog que hablamos de eso, puedes verlo aquí.
Eurekant es más que una empresa. Es una promesa. 🤝
La promesa de que hay una forma diferente de hacer software.
Donde no estás solo. Donde no tenés que adivinar.
Donde alguien más ya recorrió el camino… y está dispuesto a ayudarte a evitar sus mismos errores.
¿Y ahora qué? 🤔
Hoy miro todo lo que pasó y me emociona. Porque sin cada uno de esos errores, Eurekant no existiría.
Eurekant no es solo el resultado de una buena estrategia.
Es el reflejo de una historia real, con tropiezos, aprendizajes y muchas ganas de cambiar las cosas.
Y si hoy podemos acompañar a otros emprendedores, si podemos ayudar a que una idea se convierta en un producto real, escalable y exitoso… entonces, todo valió la pena.
Esto nos permitió construir una empresa que no solo hace software, sino que acompaña a emprendedores y empresas a construir productos sólidos, escalables y sin dolores de cabeza.
Sabemos lo que es estar en tu lugar.
Por eso no escribimos código a ciegas.
Creamos soluciones reales, pensadas para durar. 💡✅
¿Querés construir algo sólido desde el principio? Hablemos. 📞
Desarrolla tu software
¿Estás interesado en crear un software? Agenda una reunión para que podamos asistirte.